El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, confía en que en el próximo mes de junio queden aprobados formalmente los tres reglamentos básicos (planes estratégicos, financiación y organización común de mercados) de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) 2023-2027.

Planas, que presidió este lunes 19 de abril la reunión del Consejo Consultivo de Política Agraria para Asuntos Comunitarios -previa al Consejo de Ministros de la Unión Europea de la próxima semana-, informó a las CC.AA. del estado de negociación de la PAC y sobre cuestiones comerciales y de mercado.

Respecto a la PAC, detalló que las conversaciones en los “trílogos” (negociaciones a tres bandas entre Parlamento Europeo, Comisión y Consejo de Ministros de la UE) avanzan y se han logrado aproximar posiciones en varias cuestiones, de acuerdo con los informes recibidos de la presidencia portuguesa del Consejo. No obstante, las posiciones de Parlamento y Consejo, en algunos asuntos, todavía son distantes.

El objetivo de los Estados miembros, indicó el ministro, es conseguir una PAC flexible, sostenible y simplificada, lo que está más cerca tras el “super-trílogo”, celebrado el pasado 26 de marzo.

Planas apuntó también que “evitar la doble capa de control por cumplimiento de la normativa y por rendimiento o de objetivos, sobre la aplicación de la PAC, que pretendía el Parlamento es, prácticamente, un objetivo conseguido.”

Asimismo, señaló avances relativos al sistema de pagos directos, en la aplicación obligatoria de la figura del agricultor genuino, vinculada a una definición que establecerá cada Estado miembro, así como al mantenimiento, como voluntario, del régimen de pequeños agricultores.

Además, la aplicación del “capping” o tope máximo de ayudas por explotación, de la degresividad  (reducción de la ayuda a partir de una determinada cantidad, en el caso de España, a partir de 60.000 € de ayuda básica a ayuda básica a la renta por explotación) y del posterior pago redistributivo será voluntario para los Estados miembros que, no obstante, deberán elegir al menos uno de los tres.

En cuanto al reglamento sobre la Organización Común de los Mercados Agrarios (OCMA), el Consejo Consultivo se centró en el vino y el viñedo. España apoyará, en línea con la posición del Consejo de Ministros, la introducción del etiquetado nutricional y de la lista de ingredientes, así como la prórroga del régimen de autorización de plantaciones hasta 2045; el reconocimiento de los vinos parcialmente desalcoholizados por parte de las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), y la prohibición de usar determinadas variedades de híbridos de uva para vinificación.

Mercados del vino y del aceite 

En la revisión sobre la evolución de los mercados, el ministro destacó la situación del aceite de oliva, cuyas perspectivas son positivas, debido al ajuste a la baja de la producción en la actual campaña y al aumento de la demanda.

Esto ha propiciado una recuperación de las cotizaciones del 33 % sobre el inicio de la actual campaña 2020/21 y de casi un 40 % con respecto a los precios del año pasado.

Por el contrario, con respecto al vino señaló que, aunque el panorama macroeconómico que describe la Comisión Europea permite un cierto optimismo, no cabe olvidar las vulnerabilidades del sector y, por ello, el Ministerio seguirá insistiendo a la Comisión sobre la necesidad de apoyar a este sector.

Por otro lado, en el capítulo comercial, el punto más sensible para España son las negociaciones de la Unión Europea con Nueva Zelanda y Australia para establecer un acuerdo de libre comercio. Planas señaló que el Gobierno estará muy vigilante para impedir que determinados sectores españoles, como la carne de vino o los lácteos, se vean perjudicados