Lemken ha cerrado el último ejercicio con una de facturación de 365 millones de euros, un volumen muy similar al año anterior (que fue de 380 millones de euros), destacando especialmente la demada de sembradoras y de tecnología de control mecánico de malas hierbas.

«Nos sentimos afortunados y agradecidos por haber podido mantener nuestra producción de forma continuada este último año sin poner en peligro la salud de nuestros 1.631 empleados en todo el mundo. Hemos cumplido nuestros ambiciosos objetivos tanto de volumen de ventas como de resultados y estamos muy satisfechos, pese al cese de la producción de pulverizadores», explica Anthony van der Ley, gerente de Lemken.

Tras abandonar la producción de pulverizadores, Lemken ha concentrado todas las fuerzas en la fabricación de tecnología para el control mecánico de malas hierbas de precisión.  Las ventas de su filial Steketee, cuya gama de productos incluye máquinas escardadoras configurables de forma personalizada que, gracias al reconocimiento de plantas controlado por cámara, permiten un control de malas hierbas sumamente rentable, han crecido un 30%. También se han consolidado las nuevas abonadoras, que Lemken comercializa en una gran variedad de modelos para una perfecta adaptación a diversas condiciones de uso.

Las ventas en el mercado nacional alemán se mantienen constantes, si bien el mercado internacional predomina con un porcentaje del 77% del volumen de negocio. Entre los mercados más importantes en 2020 se encuentran Francia, Rusia, EE.UU y Gran Bretaña, habiendo conseguido aumentar considerablemente el volumen en estos tres últimos países.

Como novedades para este año llegarán al mercado el cultivador híbrido Koralin 9 para la preparación del suelo ultrasuperficial, el cultivador compacto Kristall para anchos de trabajo de hasta 10 my el nuevo sistema de seguridad de sobrecarga OptiStone para arados.

En el segmento de las sembradoras, Lemken empieza con las versiones renovadas de los modelos Saphir y Solitair, que incluyen un depósito doble (para una segunda carga de semillas o abono), el depósito delantero Solitair 23 con control Isobus y una barra de siembra independiente de 6 metros de ancho con chasis propio. También está prevista la presentación de una sembradora para grandes superficies y la ampliación de la tecnología de siembra monograno en torno a la Azurit con la innovadora técnica DeltaRow.