El Consejo Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias de España actualizó sus primeras estimaciones de producción vitivinícola de la nueva campaña 2021/22 , dejándolas a fecha de 26 de agosto, en torno a 39,5 millones de hectolitros, aunque dependiendo de la climatología de septiembre este volumen podrá todavía sufrir alguna oscilación hacia arriba o hacia abajo.

Se trata, en todo caso, de un volumen inferior en unos 3,5-4 millones al estimado en julio por Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, que preveía a finales de julio pasado una vendimia que diese lugar a una producción nacional de unos 43 Mhl de vino y mosto que, la ausencia de lluvias y la ola de calor de mitad de agosto en las principales zonas productoras, podría haber mermado aún más.

Según Cooperativas, después de la grave crisis en el sector vitivinícola nacional en la anterior campaña, debido a la pandemia de la Covid-19, con efectos devastadores en el consumo interno, principalmente en el canal Horeca, se afronta la nueva vendimia con moderado optimismo. El turismo, principalmente nacional, y el canal Horeca comienzan a reactivarse y hay buenas perspectivas en la nueva campaña 2021/22, tanto en mercado nacional como en exportación, según esta organización.

Cooperativas señala que la vendimia se inició en la segunda quincena de agosto, con frutos de muy buena calidad y un buen estado sanitario y de maduración.

Sin embargo, se espera una vendimia corta en el tiempo y en volumen, debido especialmente a la sequía y algún episodio aislado de helada y granizo, aún por descontar en las últimas semanas (Castilla-La Mancha, unas 6.000 ha afectadas; Comunidad Valenciana, Utiel Requena, entre 1.500 y 3.000 ha).

A fecha 26 de agosto, la estimación de producción de vino y mosto para la actual campaña es de 39,5 millones de hectolitros en toda España, aunque habrá que esperar a ver cómo evoluciona la climatología durante este mes de septiembre, por lo que estas cifras podrían sufrir todavía alguna oscilación.

En cualquier caso, la cosecha se prevé corta, por debajo de la media y en torno a unos 7 millones de hectolitros inferior a la de la pasada campaña 2020/21, en la que se lograron elaborar unos 46,5 millones de hectolitros de vino y mosto, según Cooperativas.

Por CC.AA., Castilla-La Mancha obtendría, según estos datos provisionales, casi un 57% de la producción nacional, con 22,5 Mhl, seguido ya de lejos y con cifras redondeadas por los algo más de 3 Mhl (7,7%)de Cataluña; los 2,3 Mhl (5,8%) de Extremadura; los 2,2 Mhl (5,6%), que se esperan para Castilla y León y Comunidad Valenciana; 2 Mhl (5,1%) de La Rioja, o los 1,17 Mhl (3%) de Galicia.

En otras Comunidades la producción será de 969.400 hl en Aragón; 778.000 t en la Región de Murcia; 750.000 hl en Andalucía; 735.000 hl en la Comunidad Foral de Navarra; 700.000 hl en el País Vasco; 90.000 hl en la Comunidad de Madrid; los 44.000 hl de Baleares;  40.000 hl de Canarias; 3.100 hl del Principado de Asturias, o los 900 hl de Cantabria.

Además, en el conjunto de la Unión Europea, la vendimia será menor, debido a la adversa climatología, en especial en Francia e Italia que, junto a España, son los tres mayores productores mundiales de vino, y donde espera un bajada histórica en la actual campaña 2021/2022, que podría reducirse hasta los 145 millones de hectolitros tan solo.

Comercialización y contratos-tipo

Por este motivo, Cooperativas señala que «la comercialización de nuestros excelentes productos vitivinícolas, la afrontamos en estos momentos con ilusión, después de la pésima situación de mercado de los últimos tiempos.»

Por último, esta organización señala que, con el fin de contribuir a la estabilidad de toda la cadena de suministro del vino y proporcionar a los productores vitivinícolas la seguridad de unas relaciones de venta duraderas, «abogamos por la realización de contratos plurianuales.

En este sentido, recuerda que el MAPA homologó en el mes de julio a solicitud de la Organización Interprofesional del Vino de España OIVE) los contratos-tipo de compraventa de uva con destino a su transformación en vino y compraventa de vino, que regirán durante tres campañas vitivinícolas.

Para Cooperativas, «la utilización de estos contratos homologados favorece la transparencia del mercado y ordenan las transacciones comerciales.»