Después de una semana marcada por un Consejo de Ministros de Agricultura, dos «trílogos» (Consejo, PE y CE)  y un «super-trilogo», la ministra de Agricultura, la portuguesa Maria do Céu Antunes, cuyo país ocupa la presidencia semestral del Consejo de la UE-27 en esta primera mitad de 2021, hizo una valoración positiva de los progresos realizados.

Según Maria do Céu Antunes, «hemos avanzado en las negociaciones, hemos alcanzado un buen principio de acuerdo y estamos más cerca de completar esta reforma de la Política Agrícola Común (PAC) para finales de semestre, y así garantizar la previsibilidad esencial para los agricultores , Administraciones nacionales y todos los ciudadanos europeos».

Tras señalar que, en este «super-tripartito», la Presidencia presentó paquetes de compromiso de negociación «, con el objetivo de permitir un debate sobre los tres reglamentos (de la reforma de la PAC 2023-2027)», lal ministra destacó que «la amplia gama de puntos acordados en este tripartito pone de manifiesto el compromiso, la cooperación y la responsabilidad de las tres instituciones – Consejo, Comisión y Parlamento Europeo – en la aplicación del acuerdo de reforma de la PAC durante este semestre. Se confirmó la gran mayoría de las propuestas presentadas por la Presidencia portuguesa, para aproximar las posiciones del Parlamento, con un espíritu muy constructivo de las partes».

Tras subrayar que «se ha alcanzado un conjunto de acuerdos de principio, que se presentarán a los Estados miembros para su consideración la próxima semana» y que se han creado condiciones «para avanzar en el debate sobre cuestiones fundamentales,  arquitectura verde y la dimensión social», la titular de la cartera de Agricultura destacó el consenso alcanzado en relación con » el nuevo modelo de aplicación, la orientación del apoyo a los pagos directos, los  controles de condicionalidad y la transparencia en la aplicación de fondos.

En relación con el nuevo modelo de rendimiento, hubo un acuerdo en principio sobre la periodicidad bienal, así como sobre los niveles de tolerancia a los efectos de su examen.

También se obtuvo un entendimiento sobre la definición de los indicadores que se utilizarán a los efectos del modelo de rendimiento.

En lo que respecta al sector vitivinícola, se alcanzaron acuerdos, concretamente sobre la extensión del régimen de autorización de plantación de vid hasta 2045 y las normas de desalcoholización.

También para reforzar la posición de los agricultores en la cadena de valor, existía un principio de acuerdo para extender la posibilidad de gestión de suministros a todos los productos DOP e IGP ”.

«Hoy fue un buen día para la agricultura europea,»  concluyó la ministra María do Céu Antunes en la rueda de prensa posterior al «super-trílogo», que ha reunido a las tres instituciones europeas en torno a los tres reglamentos que componen la Política Agraria Común, recordando que «la Presidencia seguirá comprometida y abierta a seguir trabajando en la construcción de posiciones de equilibrio entre las tres instituciones , con el fin de llegar al acuerdo final sobre la reforma de la PAC».

Mayor flexibilidad

La Presidencia portuguesa del Consejo de la Unión Europea «ha obtenido la flexibilidad que necesita para proseguir las negociaciones con el Parlamento Europeo» destinadas a concluir la reforma de la Política Agrícola Común (PAC).

La ministra portuguesa de Agricultura, Maria do Céu Antunes, que presidió el Consejo Europeo de Agricultura y Pesca durante dos días, celebró «el claro compromiso de todos los Estados miembros con la aplicación de las reformas de la PAC durante este semestre», y reveló que «la Presidencia obtuvo la flexibilidad que necesita para llevar a cabo negociaciones con el Parlamento Europeo».

La conclusión de las reformas de esta política marco europea «debe ser vista como una victoria colectiva de las tres instituciones para la modernización de la Política Agrícola Común», dijo la ministra, recordando que «retrasarla comprometería una PAC más verde, más justa y más digital, así como la capacidad de apoyar clara y previsiblemente a los agricultores y garantizar la seguridad de todo el sistema agroalimentario europeo».