La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) -que representa al 100% del sector del plátano en España- ha presentado una denuncia ante la Comisión Europea (Bruselas) para obtener solución a su situación, generada por la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria.
Los productores reconocen que este procedimiento -que presentaron el pasado día 31 de junio, vía telemática, en Bruselas-ha sido una decisión muy delicada, pero es la “última salida” que les queda para conseguir la “supervivencia del sector” frente a la aplicación de los artículos 9.1 c),9.1 j) y 12 ter,que establece la modificación de la Ley de la Cadena.
La denuncia se produce tras más de un año en el que Asprocan ha venido reclamando al Ministerio de Agricultura que el Plátano de Canarias se exceptuara de ciertos preceptos de esta Ley. Artículos que impiden que los productores puedan, entre otras cosas, negociar, libremente, el precio de venta de su fruta, con el objetivo de poder competir con la banana de terceros países, «cuyos precios en el mercado español son los más bajos de toda Europa, debido a la política comercial de las multinacionales bananeras, así comoa una normativa laboral, medioambiental, social y de seguridad alimentaria con menores garantías que las europeas. Una competencia dominada por un pequeño grupo de multinacionales que controlan el mercado mundial y a las que, además, no se les exige cumplir con esta misma Ley de la Cadena.Una discriminación positiva para la banana inexplicable que convierte a esta ley en “La Ley de la banana”.
AsimismoAsprocan subraya que viene denunciando, desde hace meses, que la Ley, a pesar de su nombre, “no se aplica al conjunto completo de la cadena alimentaria”, desde el campo hasta la distribución y venta al consumidor.
Los puntos de venta quedan fuera de la Ley y es ahí donde los productores piden “reequilibrar” los márgenes que se aplican y que se traducen en precios al consumidor muy elevados (en ocasiones con ‘sobremárgenes’ que pueden llegar hasta el 300% sobre el precio del plátano de Canarias en origen, mientras que la banana se vende en muchos momentos a precio de coste). «Una situación de grave desequilibro que tampoco solucionará la Ley de la Cadena Alimentaria.»
Trasla visita de Luis Planas a la isla de La Palma, el pasado 14 de mayo, el ministro se comprometió personalmente -ante los productores- atrabajar de forma conjunta con Asprocan para dar respuesta a las necesidades de los productores de plátano, según la organización.
Tras semanas de intercambios de propuestas entre el sector y el Ministerio de Agricultura, y cuando apenas quedaba afinar detalles, «el Ministerio comunicó por sorpresa su renuncia a cualquier acuerdo, de tal forma que a día de hoy el proponente – el Gobierno de España – no ha presentado ninguna enmienda relativa al plátano.»
Domingo Martín, presidente de Asprocan, denuncia, además, que “mientras no haya igualdad de condiciones sociales, medioambientales y de seguridad alimentaria” para la producción de banana importada igual que para el plátano, el sector debe disponer de “seguridad jurídica para poder competir con todas las garantías y evitar la destrucción de entre el 30% y hasta,incluso, del80% de la producción anual que nos llevaría a la ruina. La aplicación de la ley nos llevará a perderun mínimo de 100 millones de euros en ventas cada año”.
Uno de los escenarios que se abre es que la institución europea inste a que España busque una solución coordinada para corregir la situación del sector específico del plátano. Otra posibilidad podría pasar porque la Comisión Europea eleve el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJE) de Luxemburgo.
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