La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, reunida este 16 de junio telemáticamente, autorizó un trasvase para el mes de junio de 38 hectómetros cúbicos (hm3).
Según el Ministerio para la Transición y el Reto Demográfico, el informe de situación, elaborado por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) y tomado en consideración por la Comisión indica que, a 1 de junio de 2021, el volumen embalsado en Entrepeñas y Buendía era de 818,2 Hm3, quedando un volumen autorizado pendiente de trasvasar de 74,8 Hm3, por lo que resulta un volumen de embalse efectivo de 743,4 Hm3.
Al ser superior al umbral de 673 Hm3 que corresponde al límite de situación hidrológica excepcional para el mes de junio. Por tanto, el sistema se sitúa en nivel 2 y debe autorizarse, en aplicación automática de la norma vigente, un trasvase de 38 Hm3.
Por otro lado, los miembros de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura fueron informados, según el Miterd, del estado de tramitación de la modificación de las reglas de explotación del trasvase.
En la actualidad ésta se encuentra en su última fase antes de su aprobación por el Gobierno, al haberse ya enviado para informe al Consejo de Estado.
En este enlace puede consultar el informe de situación.
Red de piezómetros
Por otro lado, el Miterd, a través de la Dirección General del Agua y de las Confederaciones Hidrográficas, ha reparado más de un millar de piezómetros en la primera fase del “Proyecto de modernización de la red piezométrica e integración en los sistemas de información hidrológica de los Organismos autónomos” con el fin de mejorar el control cuantitativo de las aguas subterráneas.
Esta primera fase, que ha contado con un presupuesto de unos 2 M€ de los más de 6,3 millones destinados al proyecto completo, se actuó sobre un total de 1.068 piezómetros. En concreto, se llevaron a cabo 568 reparaciones menores, 94 reparaciones mayores y la construcción de 406 arquetas.
En siguientes fases, se llevará a cabo la instalación de sistemas de automatización de las lecturas de un millar de piezómetros, cuyo coste aproximado es de 4 millones de euros. Estos sistemas remitirán, al menos, una lectura de nivel diaria al Sistema Automático de Información Hidrológica de cada Organismo de cuenca, lo que constituye una potente herramienta para mejorar la gestión de recursos hídricos.
Este proyecto tiene como principal objetivo mejorar y ampliar la red oficial de control piezométrico de las masas de agua subterránea de las distintas demarcaciones hidrográficas como respuesta a los trabajos de adaptación al cambio climático establecidos en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático dentro del Plan PIMA Adapta AGUA.
La protección de las aguas subterráneas requiere que todas las masas de agua alcancen el buen estado químico y cuantitativo.
El nivel piezométrico es el indicador que permite evaluar el nivel de una masa de agua subterránea, por lo que la red piezométrica nacional se convierte en una herramienta fundamental de información sobre el estrés hidrológico al que están sometidos los acuíferos y cómo el cambio climático está afectando a su recarga.
Los piezómetros proporcionan datos que abarcan tanto las diferencias topográficas, geológicas y climáticas, como los usos del terreno donde se sitúan las masas de agua subterráneas. Además, la distribución espacial y la profundidad de medición de los piezómetros permiten contemplar las fronteras físicas y la complejidad geológica de los acuíferos.
Según el Miterd, esta modernización de la red es necesaria para mejorar la información disponible, especialmente en lo que respecta a la cuantía y secuencia de los datos.
La red de piezómetros, que dispone de lecturas desde el año 1985, fue gestionada por el Instituto Geológico y Minero de España hasta el año 2000, cuando por la Directiva Marco de Agua se transfiere la gestión de aproximadamente 2500 piezómetros a las Confederaciones Hidrográficas.
En un contexto de cambio climático, señala este departamento, las aguas subterráneas se convierten en un recurso estratégico. Estas masas de agua son esenciales para el mantenimiento y la mejora de los ecosistemas acuáticos de nuestro territorio y son especialmente relevantes para el abastecimiento de aproximadamente el 30% de la población española.
También son importantes para satisfacer las necesidades de riego de una gran superficie de cultivo, la ganadería o la industria y actúan como reservas naturales de agua, cobrando especial interés en períodos de sequía.
Por este motivo, dada la importancia del control de las aguas subterráneas, el Miter ha puesto en marcha también un nuevo proyecto de ampliación de la red piezométrica con un presupuesto de 13.158.863 euros, que da continuidad a las actuaciones realizadas y que pretende perforar 93 piezómetros de nueva planta repartidos entre los diferentes Organismos de cuenca para que formen parte de la red oficial de control.
Este proyecto incluye, además, la automatización de otros 600 piezómetros, entre los que se incluyen los de nueva construcción, cuya información será remitida a los Sistemas Automáticos de Información Hidrológica de las Confederaciones
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